ENFERMERÍA
La enfermería es el conjunto de actividades profesionales con un cuerpo de conocimientos científicos propios, desarrollados dentro de un marco conceptual destinados a promover la adquisición, mantenimiento o restauración de un estado de salud óptimo que permita la satisfacción de las necesidades básicas del individuo o de la sociedad.
¿Que es una enfermera o un enfermero?.
Un enfemera/o es un profesional que ha terminado los estudios básicos de enfermería y que está capacitada y autorizada para asumir en su país y en otros la responsabilidad de los servicios de enfermería que exigen el fomento de la salud, la prevención de la enfermedad y la prestación de asistencia a los enfermos.
Historia de la enfermería
A principios del siglo XX, se admitía por lo general en EE.UU., que la legislación sobre la aprobación estatal para la enfermería elevaría a las personas que la practicaban a un nivel profesional mediante el establecimiento de unas normas educativas mínimas para las escuelas de enfermería. Sin embargo, a medida que la demanda de enfermeras crecía, se establecieron más escuelas de enfermería de distinta calidad, circunstancia que hizo poco por mejorar el nivel de la profesión.
En la Segunda Guerra Mundial, la enfermería adquirió mayor importancia y relieve. En los últimos días de la guerra un artículo de Bixler y Bixler en el American Journal of Nursing valoraba la enfermería como una profesión. Los siete criterios para una profesión identificados por estos autores eran aplicables a la enfermería de la forma en que se practicaba en ese momento y justificaban la consideración de la enfermería como profesión. Bixler y Bixler revisaron sus criterios y el nivel profesional de la enfermería 14 años después y observaron que ambos continuaban siendo válidos.
Más recientemente, Hall ha identificado a los siguientes cinco criterios de actitud con la profesionalidad:
1. Uso de organizaciones profesionales como referentes importantes.
2. Creencia en la autorregulación, lo que conlleva a la idea de que sólo los profesionales de un área especifica pueden establecer las normas para su práctica.
3. Creencia en el servicio al público como parte esencial de la profesión.
4. Sentimiento de considerar el campo o el compromiso con la profesión como un interés fundamental y un deseo que va más allá de la recompensa económica.
5. Autonomía cuando el profesional debe tomar desiciones sobre su trabajo basadas en las normas del mismo y en el código deontológico.
Enfermeras relevantes
Inés Astorquiza, Enfermera de la Universidad Austral de Chile y autora del Modelo Conceptual De Enfermería Sobre Necesidades Humanas
Florence Nightingale
Elvira Dávila Ortiz
Virginia Henderson
Almudena Rey, futura promesa.
Dorothea Orem, Autora de la teoría general del deficit de autocuidado, mediante la cual se rige el programa de estudio del Instituto Politecnico Nacional en la Escuela Superior de Enfemeria y Obstetricia
François Collière, enfermera francesa, asesora de la OMS y autora de importantes libros sobre cuidados y asistencia a los enfermos
Hildegarde Peplau, autora de Modelo de Relaciones Interpersonales (Interpersonal Relations in Nursing, 1952)
Florence Nightingale
Fue una persona muy significativa dentro de la historia de la enfermería moderna y también como reformadora de los hospitales. Florence Nightingale ejerció una misión de servicio a la humanidad a lo largo de su vida.
Sus esfuerzos por reformar el sistema de cuidados de la salud militar en Gran Bretaña y la elaboración de un programa de formación de enfermería sólido y basado en normas profesionales se sitúan a la cabeza de la lista. Otras de sus actividades son menos conocidas, como, por ejemplo, su labor en el área del análisis estadístico.
Hija de una familia adinerada, nació el 12 de mayo de 1820 en Florencia ( Italia).
Cuando Florence cumplió diecisiete años se sintió llamada por Dios para enfrentar alguna gran causa desconocida. A los veintitrés años, dijo a sus padres que quería convertirse en una enfermera. Y se encontró con una sólida oposición de ambos, ya que la enfermería se asociaba con mujeres de clase trabajadora. Además, en aquellos tiempos los hospitales eran lugares sucios y deplorables. La gente pudiente pagaba a los doctores para que las visitaran en sus casas cuando alguien se enfermaba. Sólo los pobres iban a los hospitales. Y eso era con frecuencia peor, porque la mayoría de los hospitales eran tan sucios, que las enfermedades se esparcían más rápido que en cualquier otro lugar.
Quizás el momento crucial de su carrera fue una visita que hizo a Roma, donde inició amistad vitalicia con Mr Sydney Herbert y su esposa. Sir Sydney sería quien más influiría en su vida, ya que por mediación suya iría posteriormente a Crimea y formaría con él “ la pequeña oficina de la guerra”
Sus comienzos como enfermera
No fue hasta 1851, que Florence recibió permiso para entrenarse como enfermera, rápidamente inicia sus estudios de enfermería en el Instituto San Vicente de Paul, en Alejandría , posteriormente estudia en el Instituto para Diáconas protestantes de Kaiserswerth. Florence, entonces se fue a trabajar al hospital Kaiserworth en Alemania.
Dos años más tarde ella fue nombrada la directora de residentes del hospital para mujeres inválidas en Harley Street, London.
Nightingale en la guerra de Crimea
El año siguiente (1854) Nightingale se le dio permiso de que llevara a treinta y ocho enfermeras a cuidar a los soldados británicos en la guerra de Crimea. El ejército temía que habría que “proteger” a aquellas “mujeres indefensas”. Los médicos temían que se extralimitasen en sus funciones; y la Inglaterra respetable levantó el grito, alarmada por la moral de aquellas mujeres. Las espantosas mujeres que en un principio intentaron poner a su cargo, casi hicieron fracasar el proyecto, pero Florence las devolvió sin miramientos en los mismos barcos que las habían llevado.
Nightingale encontró que las condiciones en el hospital militar en Scutari eran alarmantes. Sin lavar, las enfermeras mantenían sus uniformes puestos, “tiesos de la suciedad”. El amplio hospital militar, de forma cuadrada y con una torre en cada esquina, estaba atestado con siete Km de camas. Estaba diseñado para acomodar a 1700 pacientes, pero allí dentro se habían acomodado entre 3000 y 4000. Justo debajo del edificio había una cloaca abierta que atraía a las ratas y toda suerte de animales. No había agua, jabón ni toallas; tampoco cuchillos ni tenedores; parta la comida que estaba putrefacta se utilizaban utensilios de toda clase. Los hombres yacían prácticamente desnudos o con uniformes harapientos y llenos de manchas de sangre. Se carecía del material médico y quirúrgico esencial, y tampoco había ningún tipo de equipamiento de cocina y lavandería. En estas condiciones no era sorprendente que en los hospitales militares, heridas de guerra eran solo la sexta razón de defunción. Enfermedades como el tifus, cólera y disentería eran las tres causas principales por las cuales la proporción de muertos era tan alta. El índice de mortalidad era del 42.7%.
Su consigna es clara: “Hay cinco puntos esenciales para asegurar la salubridad de las viviendas: aire puro, agua pura, desagües eficaces, limpieza y luz.”
Tuvo que luchar duramente para que le suministrasen las cosas más indispensables a su trabajo. Vendas, medicinas, tablillas: todo daba lugar a una verdadera batalla. Entre tanto ella trabajaba noche y día como enfermera y como administradora.
Los oficiales militares y los doctores objetaron las visiones de Nightingale sobre reformas en los hospitales militares. Ellos interpretaron sus comentarios como un ataque a ellos y la hicieron sentirse fuera de lugar.
Nightingale recibió muy poca ayuda de los militares, hasta que usó sus contactos con el Times, para reportar la información. Entonces se le encomendó a Nightingale la tarea de organizar las barracas del hospital después de la batalla de Inkerman .
Sobreponiéndose a estos obstáculos y obteniendo el material de primera necesidad, transformó un lugar de horror en un refugio donde los pacientes podían recuperarse realmente. Por la noche, después de que las demás enfermeras se hubiesen retirado hacía rondas en solitario y observaba el estado de los pacientes más enfermos. Estas rondas las hacía con su famosa lámpara por lo que a Florence se le conocía como La Dama de la Lámpara.
El éxito más grande de Florence Nightingale fue el descenso del índice de mortalidad total hasta el 2.2% a los 6 meses de su incorporación, mejorando las condiciones de higiene y sanidad.
Desconocido para muchos es su desarrollo innovador de técnicas en el análisis estadístico ( como el “ploteo” de incidencias de muerte prevenible entre los militares durante la guerra), con lo cual mostró, finalmente, como un fenómeno social podía ser medido objetivamente y analizado matemáticamente. Sus cálculos sobre la tasa de mortalidad mostraron que con una mejoría en los métodos de sanidad, las muertes bajarían. También desarrolló una Fórmula Modelo de Estadística Hospitalaria para que los hospitales recolectaran y generaran datos y estadísticas consistentes de natalidad, morbilidad y sus causas que fue aprobada por el Congreso Internacional de Estadística celebrado en Londres en el verano de 1860.
Nightingale como heroína
En 1856 Florence Nightingale regresó a Inglaterra como una heroína nacional tras abandonar su puesto en la guerra al contraer la fiebre de Crimea y decidió empezar una campaña para mejorar la calidad de la enfermería en los hospitales militares. Tras cinco años de luchar incansablemente por la reforma, sus esfuerzos se vieron recompensados. Se reconstruyeron los hospitales y cuarteles del ejército siguiendo directrices sanitarias, se desarrolló un código sanitario para el ejército, se creó la escuela de medicina militar, se fundaron centros recreativos y se reorganizaron los procedimientos de registro de las estadísticas médicas del ejército.
Esta revolución de los hospitales militares también se trasladó a los hospitales civiles, en parte gracias a la obra “Notas sobre los Hospitales”(1859). También elaboró una nomenclatura estándar para las enfermedades.
En 1860 fundó la Escuela y Casa para Enfermeras Nightingale en el Hospital St. Thomas
Ella también se involucró en el entrenamiento de enfermeras que trabajaban en “ casas de trabajo”. Este lugar será el inicio del desarrollo y la formación profesional en el campo de la enfermería.
Nightingale tenía fuertes opiniones sobre los derechos de las mujeres. En su libro Sugerencias para pensar para los buscadores de las verdades religiosas ( 1859) ella argumentó fuertemente para que se eliminaran las restricciones que prevenían a las mujeres de tener carreras.
En 1883, la reina victoria le concede la Real Cruz Roja, y en 1907 la Orden del mérito.
Los últimos años de Nightingale
Posteriormente en su vida, Nightingale sufrió de mala salud y en 1895 se volvió ciega, luego perdió otras facultades, lo cual significó que tuvo que recibir cuidado tiempo completo. A pesar de estar completamente inválida, vivió otros 15 años, hasta que fallece en 1910, no sin dejar un importante legado a cientos de enfermeras de todo el mundo. Postrada en la cama en los últimos tiempos, su habitación era aún el centro de un torbellino de actividades: entrevistas, dictado de notas y de cartas, nuevos proyectos para corregir errores en multitud de asuntos, que comprendían desde el desconcierto de la administración en la India ( el gobierno emprendió amplios proyectos de regadío y reformas económicas de acuerdo con sus informes) hasta los problemas sanitarios.
Publicó alrededor de 200 libros, artículos y folletos. Entre ellos su famosa obra “ Notas sobre Enfermería”, y unas 13.000 cartas, muchas de ellas a los familiares de los enfermos.
Las ideas de Florence Nightingale transformaron en pocas décadas radicalmente la práctica enfermera, en aspectos tan cruciales como la formación académica, las condiciones de trabajo y las relaciones con los pacientes y médicos. En realidad, rió una batalla por el derecho de las mujeres a trabajar al lado de los hombres y la ganó contra todos los prejuicios y todas las estupideces posibles. Sus muy respetables amistades, su adinerada familia, se horrorizaban de sus ideas.
Escuela Nightingale
Florence Nightingale es la fundadora del sistema moderno de educación de la enfermería, basada en el desarrollo de la persona, preparándola para el servicio a través del cuidado profesional y humano de los enfermos.
Florence Nightingale desarrolló el primer programa organizado de formación para enfermeras. La Nightingale Training School for Nurses se inauguró en 1860 como institución educativa independiente financiada por la Fundación Nightingale.
El objetivo de la Escuela Nightingale era preparar enfermeras de hospital, enfermeras de distrito para los enfermos pobres y enfermeras capacitadas para formar a otras. Las estudiantes iban tanto a los hogares como a los hospitales para cuidar a los pacientes y sus familias y enseñarles como preservar y mantener la salud.
La duración del programa era de un año, período después del cual las enfermeras entraban a formar parte del personal de un hospital durante otro período de dos años. Se distinguía entre las simples aprendices de enfermería y las “damas enfermeras”.
Las primeras provenían de niveles culturalmente bajos y sus gastos eran cubiertos por la Fundación Nightingale; las segundas eran damas de sociedad que pagaban sus propios gastos (cuotas de enseñanza), y se esperaba de ellas que llegaran a ser futuras matronas.
Las graduadas de este programa estaban destinadas a convertirse en líderes de la enfermería a escala internacional. Tan pronto como quedaban disponibles, eran requeridas por otros hospitales.
La Escuela Nightingale fue de una enorme importancia para la enfermería. Sirvió de modelo para otras escuelas, envió a sus graduadas a países extranjeros y elevó la enfermería de la degradación y la deshonra al rango de profesión respetable para las mujeres.
En sus primeros años, la Escuela Nightingale tenía las siguientes características;
La escuela era independiente pero estaba vinculada a un hospital.
Las alumnas dependían únicamente de la enfermera jefe.
La escuela proporcionaba un hogar a las alumnas.
La instrucción de las alumnas corría a cargo de miembros del hospital.
La evaluación de las alumnas corría a cargo de las monjas y de la enfermera jefe.
Las alumnas recibían un salario mínimo durante su formación.
El contrato de alumna enfermera estipulaba que ésta debía aceptar, tras su formación, un puesto en algún hospital elegido por el Fondo Nightingale, cuya política consistía en enviar grupos de enfermeras para difundir el sistema Nightingale de formación en otros hospitales.
A pesar de sus comienzos difíciles, su crédito llegó a ser enorme, en parte porque Florence Nightingale seguía siendo una leyenda, pero también gracias al duro trabajo realizado.
Las primera emigraciones de “enfermeras Nightingale” a Australia, Canadá, India, Finlandia, Alemania, Suecia, y Estados Unidos permitieron la creación de una red internacional de escuelas que aplicaban el sistema Nightingale.
La enfermería es el conjunto de actividades profesionales con un cuerpo de conocimientos científicos propios, desarrollados dentro de un marco conceptual destinados a promover la adquisición, mantenimiento o restauración de un estado de salud óptimo que permita la satisfacción de las necesidades básicas del individuo o de la sociedad.
¿Que es una enfermera o un enfermero?.
Un enfemera/o es un profesional que ha terminado los estudios básicos de enfermería y que está capacitada y autorizada para asumir en su país y en otros la responsabilidad de los servicios de enfermería que exigen el fomento de la salud, la prevención de la enfermedad y la prestación de asistencia a los enfermos.
Historia de la enfermería
A principios del siglo XX, se admitía por lo general en EE.UU., que la legislación sobre la aprobación estatal para la enfermería elevaría a las personas que la practicaban a un nivel profesional mediante el establecimiento de unas normas educativas mínimas para las escuelas de enfermería. Sin embargo, a medida que la demanda de enfermeras crecía, se establecieron más escuelas de enfermería de distinta calidad, circunstancia que hizo poco por mejorar el nivel de la profesión.
En la Segunda Guerra Mundial, la enfermería adquirió mayor importancia y relieve. En los últimos días de la guerra un artículo de Bixler y Bixler en el American Journal of Nursing valoraba la enfermería como una profesión. Los siete criterios para una profesión identificados por estos autores eran aplicables a la enfermería de la forma en que se practicaba en ese momento y justificaban la consideración de la enfermería como profesión. Bixler y Bixler revisaron sus criterios y el nivel profesional de la enfermería 14 años después y observaron que ambos continuaban siendo válidos.
Más recientemente, Hall ha identificado a los siguientes cinco criterios de actitud con la profesionalidad:
1. Uso de organizaciones profesionales como referentes importantes.
2. Creencia en la autorregulación, lo que conlleva a la idea de que sólo los profesionales de un área especifica pueden establecer las normas para su práctica.
3. Creencia en el servicio al público como parte esencial de la profesión.
4. Sentimiento de considerar el campo o el compromiso con la profesión como un interés fundamental y un deseo que va más allá de la recompensa económica.
5. Autonomía cuando el profesional debe tomar desiciones sobre su trabajo basadas en las normas del mismo y en el código deontológico.
Enfermeras relevantes
Inés Astorquiza, Enfermera de la Universidad Austral de Chile y autora del Modelo Conceptual De Enfermería Sobre Necesidades Humanas
Florence Nightingale
Elvira Dávila Ortiz
Virginia Henderson
Almudena Rey, futura promesa.
Dorothea Orem, Autora de la teoría general del deficit de autocuidado, mediante la cual se rige el programa de estudio del Instituto Politecnico Nacional en la Escuela Superior de Enfemeria y Obstetricia
François Collière, enfermera francesa, asesora de la OMS y autora de importantes libros sobre cuidados y asistencia a los enfermos
Hildegarde Peplau, autora de Modelo de Relaciones Interpersonales (Interpersonal Relations in Nursing, 1952)
Florence Nightingale
Fue una persona muy significativa dentro de la historia de la enfermería moderna y también como reformadora de los hospitales. Florence Nightingale ejerció una misión de servicio a la humanidad a lo largo de su vida.
Sus esfuerzos por reformar el sistema de cuidados de la salud militar en Gran Bretaña y la elaboración de un programa de formación de enfermería sólido y basado en normas profesionales se sitúan a la cabeza de la lista. Otras de sus actividades son menos conocidas, como, por ejemplo, su labor en el área del análisis estadístico.
Hija de una familia adinerada, nació el 12 de mayo de 1820 en Florencia ( Italia).
Cuando Florence cumplió diecisiete años se sintió llamada por Dios para enfrentar alguna gran causa desconocida. A los veintitrés años, dijo a sus padres que quería convertirse en una enfermera. Y se encontró con una sólida oposición de ambos, ya que la enfermería se asociaba con mujeres de clase trabajadora. Además, en aquellos tiempos los hospitales eran lugares sucios y deplorables. La gente pudiente pagaba a los doctores para que las visitaran en sus casas cuando alguien se enfermaba. Sólo los pobres iban a los hospitales. Y eso era con frecuencia peor, porque la mayoría de los hospitales eran tan sucios, que las enfermedades se esparcían más rápido que en cualquier otro lugar.
Quizás el momento crucial de su carrera fue una visita que hizo a Roma, donde inició amistad vitalicia con Mr Sydney Herbert y su esposa. Sir Sydney sería quien más influiría en su vida, ya que por mediación suya iría posteriormente a Crimea y formaría con él “ la pequeña oficina de la guerra”
Sus comienzos como enfermera
No fue hasta 1851, que Florence recibió permiso para entrenarse como enfermera, rápidamente inicia sus estudios de enfermería en el Instituto San Vicente de Paul, en Alejandría , posteriormente estudia en el Instituto para Diáconas protestantes de Kaiserswerth. Florence, entonces se fue a trabajar al hospital Kaiserworth en Alemania.
Dos años más tarde ella fue nombrada la directora de residentes del hospital para mujeres inválidas en Harley Street, London.
Nightingale en la guerra de Crimea
El año siguiente (1854) Nightingale se le dio permiso de que llevara a treinta y ocho enfermeras a cuidar a los soldados británicos en la guerra de Crimea. El ejército temía que habría que “proteger” a aquellas “mujeres indefensas”. Los médicos temían que se extralimitasen en sus funciones; y la Inglaterra respetable levantó el grito, alarmada por la moral de aquellas mujeres. Las espantosas mujeres que en un principio intentaron poner a su cargo, casi hicieron fracasar el proyecto, pero Florence las devolvió sin miramientos en los mismos barcos que las habían llevado.
Nightingale encontró que las condiciones en el hospital militar en Scutari eran alarmantes. Sin lavar, las enfermeras mantenían sus uniformes puestos, “tiesos de la suciedad”. El amplio hospital militar, de forma cuadrada y con una torre en cada esquina, estaba atestado con siete Km de camas. Estaba diseñado para acomodar a 1700 pacientes, pero allí dentro se habían acomodado entre 3000 y 4000. Justo debajo del edificio había una cloaca abierta que atraía a las ratas y toda suerte de animales. No había agua, jabón ni toallas; tampoco cuchillos ni tenedores; parta la comida que estaba putrefacta se utilizaban utensilios de toda clase. Los hombres yacían prácticamente desnudos o con uniformes harapientos y llenos de manchas de sangre. Se carecía del material médico y quirúrgico esencial, y tampoco había ningún tipo de equipamiento de cocina y lavandería. En estas condiciones no era sorprendente que en los hospitales militares, heridas de guerra eran solo la sexta razón de defunción. Enfermedades como el tifus, cólera y disentería eran las tres causas principales por las cuales la proporción de muertos era tan alta. El índice de mortalidad era del 42.7%.
Su consigna es clara: “Hay cinco puntos esenciales para asegurar la salubridad de las viviendas: aire puro, agua pura, desagües eficaces, limpieza y luz.”
Tuvo que luchar duramente para que le suministrasen las cosas más indispensables a su trabajo. Vendas, medicinas, tablillas: todo daba lugar a una verdadera batalla. Entre tanto ella trabajaba noche y día como enfermera y como administradora.
Los oficiales militares y los doctores objetaron las visiones de Nightingale sobre reformas en los hospitales militares. Ellos interpretaron sus comentarios como un ataque a ellos y la hicieron sentirse fuera de lugar.
Nightingale recibió muy poca ayuda de los militares, hasta que usó sus contactos con el Times, para reportar la información. Entonces se le encomendó a Nightingale la tarea de organizar las barracas del hospital después de la batalla de Inkerman .
Sobreponiéndose a estos obstáculos y obteniendo el material de primera necesidad, transformó un lugar de horror en un refugio donde los pacientes podían recuperarse realmente. Por la noche, después de que las demás enfermeras se hubiesen retirado hacía rondas en solitario y observaba el estado de los pacientes más enfermos. Estas rondas las hacía con su famosa lámpara por lo que a Florence se le conocía como La Dama de la Lámpara.
El éxito más grande de Florence Nightingale fue el descenso del índice de mortalidad total hasta el 2.2% a los 6 meses de su incorporación, mejorando las condiciones de higiene y sanidad.
Desconocido para muchos es su desarrollo innovador de técnicas en el análisis estadístico ( como el “ploteo” de incidencias de muerte prevenible entre los militares durante la guerra), con lo cual mostró, finalmente, como un fenómeno social podía ser medido objetivamente y analizado matemáticamente. Sus cálculos sobre la tasa de mortalidad mostraron que con una mejoría en los métodos de sanidad, las muertes bajarían. También desarrolló una Fórmula Modelo de Estadística Hospitalaria para que los hospitales recolectaran y generaran datos y estadísticas consistentes de natalidad, morbilidad y sus causas que fue aprobada por el Congreso Internacional de Estadística celebrado en Londres en el verano de 1860.
Nightingale como heroína
En 1856 Florence Nightingale regresó a Inglaterra como una heroína nacional tras abandonar su puesto en la guerra al contraer la fiebre de Crimea y decidió empezar una campaña para mejorar la calidad de la enfermería en los hospitales militares. Tras cinco años de luchar incansablemente por la reforma, sus esfuerzos se vieron recompensados. Se reconstruyeron los hospitales y cuarteles del ejército siguiendo directrices sanitarias, se desarrolló un código sanitario para el ejército, se creó la escuela de medicina militar, se fundaron centros recreativos y se reorganizaron los procedimientos de registro de las estadísticas médicas del ejército.
Esta revolución de los hospitales militares también se trasladó a los hospitales civiles, en parte gracias a la obra “Notas sobre los Hospitales”(1859). También elaboró una nomenclatura estándar para las enfermedades.
En 1860 fundó la Escuela y Casa para Enfermeras Nightingale en el Hospital St. Thomas
Ella también se involucró en el entrenamiento de enfermeras que trabajaban en “ casas de trabajo”. Este lugar será el inicio del desarrollo y la formación profesional en el campo de la enfermería.
Nightingale tenía fuertes opiniones sobre los derechos de las mujeres. En su libro Sugerencias para pensar para los buscadores de las verdades religiosas ( 1859) ella argumentó fuertemente para que se eliminaran las restricciones que prevenían a las mujeres de tener carreras.
En 1883, la reina victoria le concede la Real Cruz Roja, y en 1907 la Orden del mérito.
Los últimos años de Nightingale
Posteriormente en su vida, Nightingale sufrió de mala salud y en 1895 se volvió ciega, luego perdió otras facultades, lo cual significó que tuvo que recibir cuidado tiempo completo. A pesar de estar completamente inválida, vivió otros 15 años, hasta que fallece en 1910, no sin dejar un importante legado a cientos de enfermeras de todo el mundo. Postrada en la cama en los últimos tiempos, su habitación era aún el centro de un torbellino de actividades: entrevistas, dictado de notas y de cartas, nuevos proyectos para corregir errores en multitud de asuntos, que comprendían desde el desconcierto de la administración en la India ( el gobierno emprendió amplios proyectos de regadío y reformas económicas de acuerdo con sus informes) hasta los problemas sanitarios.
Publicó alrededor de 200 libros, artículos y folletos. Entre ellos su famosa obra “ Notas sobre Enfermería”, y unas 13.000 cartas, muchas de ellas a los familiares de los enfermos.
Las ideas de Florence Nightingale transformaron en pocas décadas radicalmente la práctica enfermera, en aspectos tan cruciales como la formación académica, las condiciones de trabajo y las relaciones con los pacientes y médicos. En realidad, rió una batalla por el derecho de las mujeres a trabajar al lado de los hombres y la ganó contra todos los prejuicios y todas las estupideces posibles. Sus muy respetables amistades, su adinerada familia, se horrorizaban de sus ideas.
Escuela Nightingale
Florence Nightingale es la fundadora del sistema moderno de educación de la enfermería, basada en el desarrollo de la persona, preparándola para el servicio a través del cuidado profesional y humano de los enfermos.
Florence Nightingale desarrolló el primer programa organizado de formación para enfermeras. La Nightingale Training School for Nurses se inauguró en 1860 como institución educativa independiente financiada por la Fundación Nightingale.
El objetivo de la Escuela Nightingale era preparar enfermeras de hospital, enfermeras de distrito para los enfermos pobres y enfermeras capacitadas para formar a otras. Las estudiantes iban tanto a los hogares como a los hospitales para cuidar a los pacientes y sus familias y enseñarles como preservar y mantener la salud.
La duración del programa era de un año, período después del cual las enfermeras entraban a formar parte del personal de un hospital durante otro período de dos años. Se distinguía entre las simples aprendices de enfermería y las “damas enfermeras”.
Las primeras provenían de niveles culturalmente bajos y sus gastos eran cubiertos por la Fundación Nightingale; las segundas eran damas de sociedad que pagaban sus propios gastos (cuotas de enseñanza), y se esperaba de ellas que llegaran a ser futuras matronas.
Las graduadas de este programa estaban destinadas a convertirse en líderes de la enfermería a escala internacional. Tan pronto como quedaban disponibles, eran requeridas por otros hospitales.
La Escuela Nightingale fue de una enorme importancia para la enfermería. Sirvió de modelo para otras escuelas, envió a sus graduadas a países extranjeros y elevó la enfermería de la degradación y la deshonra al rango de profesión respetable para las mujeres.
En sus primeros años, la Escuela Nightingale tenía las siguientes características;
La escuela era independiente pero estaba vinculada a un hospital.
Las alumnas dependían únicamente de la enfermera jefe.
La escuela proporcionaba un hogar a las alumnas.
La instrucción de las alumnas corría a cargo de miembros del hospital.
La evaluación de las alumnas corría a cargo de las monjas y de la enfermera jefe.
Las alumnas recibían un salario mínimo durante su formación.
El contrato de alumna enfermera estipulaba que ésta debía aceptar, tras su formación, un puesto en algún hospital elegido por el Fondo Nightingale, cuya política consistía en enviar grupos de enfermeras para difundir el sistema Nightingale de formación en otros hospitales.
A pesar de sus comienzos difíciles, su crédito llegó a ser enorme, en parte porque Florence Nightingale seguía siendo una leyenda, pero también gracias al duro trabajo realizado.
Las primera emigraciones de “enfermeras Nightingale” a Australia, Canadá, India, Finlandia, Alemania, Suecia, y Estados Unidos permitieron la creación de una red internacional de escuelas que aplicaban el sistema Nightingale.
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